Docente IPN en tiempos de cuarentena

Profesores y alumnos se han visto en la necesidad de trabajar de manera virtual mediante el uso de diferentes plataformas digitales.

Derivado de La COVID-19 (enfermedad infecciosa causada por el coronavirus), profesores se han visto en la necesidad de trabajar de manera virtual mediante el uso de diferentes plataformas como Google Classroom, Moodle o Microsoft Teams, las autoridades y expertos llamaron a que en ese formato los estudiantes puedan seguir ejerciendo su derecho a la educación sin sumar más ansiedad a la situación actual y así evitar la pérdida del semestre.

Estudiantes de todos los niveles han visto interrumpidas sus clases por el coronavirus. El cierre de escuelas y universidades alcanzó a más del 89% de los estudiantes del mundo, esto es, 1,54 billones de niños, niñas y jóvenes, anunció recientemente la UNESCO.

Con ello, más de 60 millones de docentes dejaron de enseñar en aula de manera presencial y debieron de migrar sus contenidos a plataformas virtuales.

Por su parte el Instituto Politécnico Nacional ha habilitado la plataforma elementosdeaprendizaje.ipn.mx con el propósito de mantener la actividad académica y aprovechar el tiempo de confinamiento en casa.

Pero, ¿qué es lo que implica ser un docente en tiempos del COVID-19?

Pasar a una modalidad online derivada de la pandemia, requiere adaptar objetivos, tareas, lecturas y exigencias al contexto que vivimos, además de considerar aspectos socioemocionales como la empatía y la solidaridad.Es necesario encontrar el equilibrio entre nuestro compromiso como docentes con una educación de calidad, sin olvidar generar un formato de aprendizaje que entienda y atienda a nuestros alumnos y que les permita seguir estudiando sin que esto se convierta en una sobre demanda que solo agregue más ansiedad a la situación actual mundial por la que estamos atravesando.

Por lo que es recomendable considerar los siguientes aspectos y recursos digitales:

• Uso de programas adecuados para acciones de enseñanza online.

Combinar algunos programas gratuitos como Zoom (para clases hasta 40 minutos),

OBS (para filmar pantalla), Google Forms (para responder cuestionarios) u Openshot (para editar videos).

• Entrega de contenidos en forma asincrónica

Grabar un video, tutorial o capsula con la voz e imagen del docente con duración de 10 a 30 minutos máximo, subir una lectura clave o compartir un apunte sobre el tema de la clase son formas de que el contenido este siempre disponible para todos, aunque no tengan acceso estable a internet o deban ocuparse de otros asuntos a la hora de la clase.

• Reducir los encuentros sincrónicos al mínimo

En estas sesiones debe haber interacción entre los participantes, en tareas y preguntas, más que transmisión de contenidos. “Herramientas como las salas de trabajo de Zoom o los documentos de Google Drive que permiten escribir colaborativamente y ponerse de acuerdo mediante un chat cumplen adecuadamente esta función.

• Dosificar y seleccionar las lecturas esenciales

Es importante recordar que el alumno cursa en paralelo más de 5 unidades de aprendizaje y que leer artículos académicos implica habilidades complejas que toman más tiempo del que estimamos, por lo que es recomendable seleccionar las lecturas esenciales para su formación.

• Mantener comunicación constante con los alumnos

Es necesario escuchar las necesidades de los estudiantes (por ejemplo, mediante encuestas) y dar instrucciones claras y sencillas de la competencia que se espera desarrollar en cada tarea, sin saturarlos de menajes e instrucciones para lo cual podría utilizar aplicaciones como whatsApp y Facebook, correo electrónico, mensajes SMS, entre otras.

• · Elaboración de trabajos escritos

La elaboración y entrega de trabajos mediante las plataformas virtuales ya sea de forma individual o colaborativa, en formatos distintos (blogs, mapas conceptuales, tweets, videos, audios), representa una oportunidad para movilizar y transformar aprendizajes en este nuevo entorno y generar un portafolio de evidencias para su evaluación final.

"Es importante recordar que en aprendizaje, cantidad y calidad no son equivalentes, por lo que es recomendable reducir al mínimo necesario la carga académica, seleccionando los contenidos fundamentales y significativos".